Te veo...

Nada como las palabras dulces de tu amor, compresión y entendimiento ¿para qué comenzar de nuevo? Si ya llevamos un camino hecho, son casi las tres y te veo a mi lado como la primera vez que me entregué a tu ser.

A punto de dormir...

Se ha perdido la chispa, la ilusión del primer beso, labios amargos, abrazos cálidos. ¿Dónde se quedó mi alegría? ya no la veo en el espejo ¡miente maldito reflejo! Yo creo, yo deseo, yo anhelo... tres veces yo; negación-consuelo ¿acaso hay solución? y más allá de todo lo que somos, está la luz de la verdad ojitos dulces que me desarman, que me han bendecido, que me incitan a mejorar. Al final yo creo... yo te creo.