(10/10/06)
Estando en el cubo solía ser feliz, evadiéndome de la realidad. Viviendo un mundo imaginario lejos de los adultos y sus inmundicias más allá de prejuicios, envidias u odios. Con el paso de los años el cubo se ha vuelto una prisión a la cual irremediablemente estoy atada, aquello que antes me hacía feliz ahora ya no me satisface más…..
Y me encuentro inmersa en una vorágine de sentimientos, deseos y anhelos inconclusos.
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