miércoles, 6 de mayo de 2009

10/10/06

Alguna vez escuché, nunca duermas sin estar realmente cansado. Hay días en los que no quisiera dormir, hay días en los que como sólo porque sé que debo hacerlo, hay días en los que desearía desintegrarme por completo, desdoblar mi alma, volar, alejarme y no sentirme más yo.

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