domingo, 24 de mayo de 2009

Te miré.

(21/04/07)

Había buscado en los lugares incorrectos entregué mi amor a brazos ingratos, de pronto en el lugar menos indicado nuestras almas se reconocieron. Me miraste, te miré como aquellos que se saben unidos sin siquiera pronunciar palabra, como aquellos que disfrutan del silencio en compañía y del ligero roce de los dedos para encender el alma. Y el resto es la historia de dos seres reencontrados en lo gris de esta ciudad que al saberse enamorados brindan un poquito de color al andar.

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